De esta guisa de negro rumbero hinchao nos fuimos el sábado por la noche, megáfono en mano al baile de la Plaça de la Vila.
Hacía frio en la calle e incluso caía agua nieve así que nos metimos en el Foment en la fiesta de la Medusa con música muy guapa hasta las 5 de la mañana.
Por la mañana de comparsas acompañé a los colegas de la Marxin tocando la ago-gó y el pito brasileño.
Continuamos con las birras pero la mañana era gélida, había que moverse bailando y guaracheando.
Fiel a la cita del entreno invisible el Julito volvía de la batalla de caramelos entero pero con una cogorza de cuidao. Este tampoco se pierde una...
Y así, con una doble dura jornada de Carnaval finalizamos otro duro entreno invisible.
Todo cuenta en la preparación invernal.
si es que como el Carnaval Vilanoví no hay nada, y quien no quiera entenderlo y/o disfrutarlo, pues que no lo entienda
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