EL CHATARRERO

Si no circulas en bici por Vilanova es muy posible que no entiendas a qué nos referimos cuando hablamos de el Chatarrero... es lo normal pues es un término que solo utilizamos los ciclistas de Vilanova i la Geltrú, una de esas formas de llamar a un repecho con un nombre coloquial que se pierde en la noche de los tiempos... Esa forma de llamar a los lugares como "mortirolillos", "puertohurrakos" y lindezas varías. La ubicación exacta sería viendo por la carretera del Pantano del Foix, viniendo de Castellet, carretera Vilanova a l´Arboç. a la altura de la autopista Pau Casals, entre las urbanizaciones de Corral d´en Tort y Corral d´en Milà, al lado de la reciente hípica desde la rotonda hasta lo mas alto es un kilómetro justo que según la media sería algo mas de un 4% aunque con la paliza que llevas y la proximidad del sprint, siempre parece mas, ¿verdad?

Por gentileza de Josep Franco que me manda la gráfica entera desde abajo pasado el cruce a la urbanización de Salze y con las rotonas de la autopista de por medio, en total en1415 metros se suben 67 metros, 4,7% pendiente media y lo mas duro un 9%, los primeros 100 metros desde la rotonda.
Cálculo de la pendiente
Y ahora la parte + peliculera:
 EL TRIÁNGULO DEL CHATARRERO:
Nadie lo sabía a ciéncia cierta pero en aquella rampas pasaban cosas muy extrañas. Venías a rueda cómodamente, habías superado todos los escollos de la presa, la curva cerrada, el azucar de los tractores, el tirón de después del acueducto, incluso a la altura de Castellet habías pensado ya en abandonar pero te metiste en el corte de forma milagrosa y ya puestos, pudistes aguantar hasta el cruce a Salze con el puente de la autopista, que ya tenías a la vista. Después de ver como echaban a abajo todas las escapadas los capos del pelotón como si de una partida de póker se tratara querías ver las cartas y saber quien iba de farol... metistes la directa, armastes el plato grande e intentastes estabilzar un rato las pulsaciones a base de cuádriceps y reservar lo poco que te quedaba de glucógeno en las piernas para asistir al asalto final. Algunos, que se sabían inferiores en aquellos lindes atacaban antes de tiempo para saborear su minuto de gloria antes de los bandazos de verdad, aquí estar bien colocado era esencial, y no hablo de hachís sino de mantener la posición en el grupo que te permita coger la rueda en el momento adecuado. Algunas unidades por detrás viendo la dimensión del grupo y el ritmo arrojaban ya la toalla, meditando que si no les hubiera venido mejor haber parado bastante antes... hay que llegar con dignidad, piensan. Tímidos ataques submáximos de los que mueven un poco mas el árbol para dejar definitíavmente las posiciones de los que van a disputar el sprint, en subida... a lo Alejandro Valverde. Comienza la rampa de la hípica, las mas, parece dura, y algunos se abren, los mas fuertes por fuera y en 15 segundos se entra en una dimensión que siempre ted eja descolocado. ¿Por qué ese repecho que todo el mundo conoce se agarra tanto? Ahí reside el misterio, como en un auténtico triángulo de la bermudas de repente entras en deuda de oxígeno, las patas se te llenan de ácido láctico y el tiempo se enlenteze... jurarías que estás viendo aviones de la segunda guerra mundial y barcos a ambos lados de la carretera, la línea serpentea, algunos lanzan toda la máquina mientras otros cabezean y se abren de todas todas, mientras los mas aguerridos machacan literalmente los pedales para seguir la estela de los mas fuertes, en un momento las distancias son ya infranqueables y se intuye el trio ganador que por pura fuerza hacen levantar las ruedas traseras de la fenomenal palanca cogidos a la parte inferior del manillar, de pié y bamboleando fiéramente toda la bicicleta en el último suspiro.
El sprint ha terminado y las respiraciones vuelven poco a poco a la normalidad, se aflojan las piernas, se rie, se canta, se habla de forma solapada y entre charlas y miradas furtivas se baja hacía Vilanova, a brindar porque estamos todos bien y el día ha sido divertido.
FIN